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A Paco y Mohamed les encanta jugar en el patio de la escuela desde que se conocieron. Un día Mohamed se pone enfermo y Paco decide jugar con otros niños, pero cuando lo intenta estos le rechazan diciéndole que no les gusta jugar con “moritos”.

Ana trabaja en una peluquería. No tiene ningún problema hasta que comenta que se va a casar con muchacho de un barrio conocido porque habita mayoritariamente población gitana. Tras conocer esta información, la dueña de la peluquería le informa que no va a poder seguir contratándola a lo cual Ana le comenta que no habrá ningún cambio, puesto que aunque va a vivir más lejos hay medios de transporte para llegar puntual al trabajo, pensando que ese era el problema. Sin embargo, la dueña le contesta que esa no es la razón, sino otra: casase con un muchacho gitano de ese barrio le supone un problema, puesto que ella no quiere tener nada que ver con gitanos.